Español
Gamereactor
análisis
Crashlands

Análisis de Crashlands

Hemos jugado a la versión PC de un juego repleto de chanchullos estrafalarios de 'crafteo'.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ
HQ

Crashlands, creado por Butterscotch Shenanigans, empieza en una nave. Jugamos en la piel de Flux Dabes, un tipo que tiene la misión de entregar tres paquetes. Cuando otro tipo malo llamado Hewgodooko arranca una sección importante de la nave, terminan estrellándose en un planeta alien. Con la ayuda de Juicebox, compañera y paleta flotante, Flux debe ir explorando el mundo. Así de estrambóticas las cosas, el objetivo es enviar un mensaje al Bureau of Shipping para que puedan recogerles y los paquetes terminen entregados, pues Flux puede ser muchas cosas, pero ante todo es un pedazo de profesional.

Para completar esta empresa, el prota debe cultivar la vegetación local, fabricarse sus herramientas y crear objetos que harán que su estancia sea algo más segura. Además de todo esto también tiene que cumplir misiones que le van encargando las criaturas que habitan el planeta. Finalmente, queda la posibilidad de domesticar y criar otros animales salvajes que se van sumando en los viajes y que pueden representar un activo esencial en combate.

El importante elemento de 'crafteo' es fácil de comprender y cuenta con una progresión muy natural. Lo primero que tiene que hacer el jugador es un aserradero. De ahí pueden salir las primeras tarimas, y a continuación se pueden montar las paredes para mantener lejos a las criaturas más peligrosas. Cuantas más cosas recolectes por el mapa, más planos e instrucciones irás desbloqueando. La siguiente fase son las armas y protecciones, y ambas se pueden ir mejorando con los ítemes que van dejando caer las criaturas eliminadas. Y para aquellos que se suelen desviar de la historia principal, el juego también ofrece un diario muy útil, y se puede llevar nota de las cosas que hay que fabricar. La verdad es que hay que seguir todos estos pasos para sobrevivir en condiciones.

Publicidad:

Porque el juego es divertido, pero también es muy difícil. El número de veces que fuimos capaces de morir en los primeros diez minutos nos saca los colores. Casi todas las cosas que te encuentras en el planeta quieren matarte, e incluso aquellos que te piden favores son bastante bordes. Y para empeorar las cosas, cada monstruo tiene su propio estilo de lucha, por lo que aquí no vale aporrear el botón de ataque sin pensar.

Por lo tanto, Crashlands es un juego para los bien preparados, para los que quieren echarle el tiempo necesario. Hace falta estar al loro, observar y quizá morir unas cuantas veces para aprender los patrones de ataque. Todas las criaturas que se encuentra el jugador son duras de roer y de matar. Los wompits son como rinocerontes que están deseando abalanzarse sobre el pobre Flux, quien sólo es capaz de soportar unos cuantos golpes antes de morir y reaparecer en su cápsula. Lo mejor para matar a ciertos animales es intentar separarlos de la manada, algo que lleva su tiempo, pero si intentas una aproximación más directa terminarás muriendo más pronto que tarde. Por esto tiene todo el sentido del mundo crear protecciones y desarrollar unas armas más potentes antes de ponerse con las misiones.

Crashlands
CrashlandsCrashlandsCrashlands
Publicidad:

En nuestra partida pudimos atacar a un wompit, robarle un huevo y luego criar el resultado. Tras montar una incubadora y ponerle el huevo encima, la criatura terminó rompiendo el cascarón. Bob el Terrible, nuestro wompit bebé, nos ayudó a enfrentar algunas bestias. Luego hay otras criaturas y zonas que pueden explorar los jugadores, pero el mapa es descomunal, de modo que llevará bastante tiempo descubrir incluso una pequeña porción del lugar donde aterrizas inicialmente.

El 'crafteo' se está convirtiendo en una característica regular en los juegos indie. En algunos títulos es un añadido barato, pero en Crashlands es toda una baza. La fabricación está introducida de forma fluida y encaja en el contexto de la historia. Y hablando de aciertos, los gráficos tienen un genial toque retro que hace que cada personaje se diferencie y reconozca instantáneamente. Los colores son brillantes y alegres, lo que irá con los que disfrutaron de Don't Starve pero busquen algo menos deprimente. Crashlands, con su estilo extravagante y personajes memorables, es un título que te invita a volver a jugar una y otra partida.

La historia tampoco está nada mal, con su charloteo agudo entre el protagonista y su compi. Estamos deseando dejar de escribir para ver y saber más. El guión destaca, especialmente en los diálogos. Y en cuanto a las plataformas, el juego es accesible para todo el que disfrute del 'crafteo', si bien encaja un pelín mejor en los dispositivos móviles que en PC. Crashlands engancha, frustra y entretiene, pero también nos hace querer mejorar, lo que significa que en lugar de quitarlo cabreados al perder seguimos insistiendo, y eso es lo que consiguen los juegazos.

CrashlandsCrashlands
08 Gamereactor España
8 / 10
+
Intrigante premisa, personajes memorables, mundo brillante y colorido.
-
A veces frustrante y una pérdida de tiempo, demasiado difícil.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

Contenido relacionado

0
CrashlandsScore

Crashlands

ANÁLISIS. Autor: Samantha Allard

Hemos jugado a la versión PC de un juego repleto de chanchullos estrafalarios de 'crafteo'.



Cargando más contenido